¿Y SI LA FERIA DE ABRIL TUVIERA DENOMINACIÓN DE ORIGEN? LOS VINOS QUE LA HACEN ÚNICA

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¿Y SI LA FERIA DE ABRIL TUVIERA DENOMINACIÓN DE ORIGEN? LOS VINOS QUE LA HACEN ÚNICA

Nos ubicamos. Madrid, primavera. Y no una cualquiera. Primavera del 25, una que no olvidaremos nunca. Algo de un ‘Gran Apagón’ nos la va a recordar durante bastante tiempo. Después del susto, los barriles vuelven a estar fríos y, por su parte, el calor parece que nos sigue acompañando. Las terrazas se llenan, el cielo se estira y la ciudad entera parece ponerse flamenca. Aunque estamos a unos cuantos kilómetros de Sevilla, aquí también se bailan sevillanas, se brinda, se canta y, lo más importante: se bebe (esto se nos da bien, ¿eh?). Porque no hay Feria de Abril sin vino. Y este año, que la feria llega en mayo (porque la primavera va a su ritmo), nos preguntamos algo que nos ronda desde hace tiempo: ¿Y si la Feria de Abril tuviera Denominación de Origen?

No nos referimos a un sello oficial (aunque podría tenerlo), sino a una identidad líquida. A ese sabor inconfundible que sabe a feria, a farolillos y al bullicio de las casetas. Vamos a diseñar esa D.O. imaginaria con vinos que capturan el espíritu andaluz… incluso desde fuera de Andalucía. En AV VINOS los tenemos todos.

Por cierto, si ya has activado el modo terraceo, te dejamos aquí un manual de instrucciones que te interesa. 

LA FERIA DE ABRIL COMO TERROIR

Pensemos en la Feria como si fuera un terroir. Con su clima (alegría constante), su suelo (de albero, claro), su variedad (humana y musical) y su crianza (de recuerdos). Si todo eso lo destilamos, el resultado es un estilo de vida… y también una selección de vinos que podrían formar parte de esa Denominación de Origen Feria de Abril.

Porque si el Champagne tiene su método, la Rioja su clásico y la Ribeira Sacra sus pendientes imposibles, la Feria de Abril tiene su propio compás. Y ese compás pide vino.

Cádiz en copa. García de la Jara y Brocal

Y por eso, si buscamos vinos con alma de Feria, hay que mirar hacia Cádiz. Desde allí llegan dos propuestas que encajarían a la perfección en esta celebración con denominación propia: García de la Jara y Brocal de la Jara. Ambos elaborados con uvas autóctonas de la zona, sin prisas, respetando el entorno y sabiendo que el vino no solo se bebe: se escucha y se siente.

García de la Jara es ese vino que aparece en la fiesta con una sonrisa y ya no se va. Seco, salino, con ese aire atlántico que lo hace fresco y expresivo. Suave y sedoso, ciruelas, chocolate y cedro en nariz. Se lleva bien con todo el mundo: jamón, tortilla, langostinos, conversaciones largas. Entra fácil, se queda en la memoria. Brocal de la Jara tiene otro ritmo, un poco más profundo. Es ese momento en la Feria en el que la noche avanza, la música baja un poco y alguien canta jondo. Tiene cuerpo, intensidad y una elegancia que te invita a quedarte más rato en la mesa. Aromas a manzana madura y un final mineral y salino. Acompaña guisos, quesos viejos, introspecciones espontáneas. Porque la Feria también tiene sus pausas.

EL ‘DORADO’ QUE HABLA ANDALUZ

Y como toda buena revolución empieza con una pregunta, la siguiente fue: ¿Puede un vino de Rueda hablar en andaluz? La respuesta es sí, si se llama Dorado. Este vino seco, oxidativo, elaborado con Verdejo y Palomino, es un guiño directo al fino y a la manzanilla, pero con su propia personalidad. Tiene esa estructura que enamora a quien busca algo más que frescor. Es un vino que se luce en copa, que no necesita explicaciones. Ideal para quienes quieren Feria con acento distinto, sin perder el arte.

Como somos muy generosos, te dejamos por aquí cinco consejos para disfrutar de la cultura del vino.¡No dejes de leerlo!

FERIA DE ABRIL EN MADRID: ACTITUD, NO COORDENADAS 

Todo esto, desde Madrid. Porque la Feria ya no se mide por kilómetros, sino por intención. Si tienes el vino, tienes la actitud. Solo hace falta montar tu caseta improvisada: mantel con lunares, tortilla, embutido, aceitunas y el mejor repertorio de rumbas y sevillanas. Da igual si estás en una azotea de Lavapiés, en una terraza de Vallecas o en tu salón con las ventanas abiertas. Si brindas con estos vinos, estás en la Feria.

Porque en esta fiesta imaginaria con D.O., hay un mensaje escondido: el vino también es cultura, identidad, territorio. Cuando eliges un vino como García de la Jara, Brocal o Dorado, no solo eliges un sabor. Estás eligiendo una historia. Una forma de entender el mundo. Un ritmo.

Este año la feria llega en mayo, pero eso solo hace que la espera valga más la pena. Desde AV Vinos, te invitamos a que la vivas a tu manera. Con vino en mano, con arte en el alma y con ganas de pasarlo bien. Que no falte el compás, pero sobre todo, que no falte el brindis.

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